jueves, 19 de enero de 2012

El IPC crece un 2,4%, aún es demasiado


Por fin el aumento de los precios en España comienza a calmarse y se acerca a tasas interanuales cercanas al 2%. En el mes de diciembre el IPC armonizado (metodología que usa toda la UE) creció en España un 2,4% respecto al año anterior, un aumento similar al del resto de países de la eurozona.

Los precios vuelven a verse arrastrados por el estancamiento del consumo y el miedo a una nueva recesión. En casi toda la eurozona se está viviendo una situación similar, una noticia que podemos calificar de buena. Y es que mientras la inflación se mantenga estable, el BCE continuará inundando de liquidez el sistema bancario europeo, las emisiones de deuda para los países en problemas serán más baratas y, en principio, los bancos deberían dar más crédito a los agentes económicos. Esto último no creo que ocurra hace falta confianza, además de liquidez, para que los bancos vuelvan a prestar dinero a familias y empresas.

Aún así, un crecimiento del 2,4% del IPC sigue siendo excesivo para un país que va registrar un crecimiento del PIB interanual del 0,7% aproximadamente y una tasa negativa intertrimestral, y una tasa de paro del 23%. Los españoles vemos como los precios suben a la vez que el paro continúa creciendo sin descanso. La estanflación está en España y parece que ha decidido quedarse por algún tiempo. Nuestra economía se ve afectada profundamente por los cambios del ciclo económico y por la lentitud de nuestros mercados a la hora de adaptarse a los cambios.

El mercado laboral español es rígido y desigual, mientras que los trabajadores indefinidos gozan de grandes ventajas: estabilidad laboral, grandes indemnizaciones por despido, salarios crecientes gracias a la prolongación de negociaciones colectivas caducadas, etc. Todo ello sin importar la productividad o valía del indefinido. Los trabajadores con otros tipos de contratos (temporales) se ven afectados con dureza y terminan engrosando la tasa de desempleo.

Estas rigideces y desigualdades pueden ser unas de las causas que provocan el aumento de los precios en épocas de crisis en España. Los empresarios siempre tienen métodos para evitar el pago de los impuestos y las cotizaciones sociales, a esto se le llama traslación impositiva. Los empresarios evitan reducir sus márgenes trasladando los costes de estos tributos a los precios de los productos o servicios que vendan o trasladándolo a los empleados vía reducción de salarios. Lo normal es que cuando el ciclo económico es expansivo los costes se trasladen a los precios, mientras que cuando el ciclo es recesivo se traslade a los empleados gracias a la permisividad de los sindicatos ante el contexto económico.

Sin embargo, en España esto no sucede así al 100%. Los salarios tardan demasiado en adaptarse a la coyuntura económica, la prolongación de negociaciones colectivas aprobadas en años de expansión provoca que los salarios continúen aumentando cuando el ciclo económico es recesivo, lo que obliga a las empresas a subir precios para compensar el desajuste salarial, además de provocar una espiral inflacionaria salarios-precios.

El nuevo Gobierno de España está preparando una nueva reforma laboral, por lo que dicen va a ser de las que marcan un antes y un después, veremos si al final el equipo de Mariano Rajoy se atreve a reformar viejos cimientos del sistema laboral español.

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