Gran acuerdo entre sindicatos y empresarios

Sindicatos y empresarios han llegado a un acuerdo para firmar un nuevo convenio general en el sector de la construcción. Parece que los agentes sociales han visto que no hay otra forma para cortar la hemorragia de parados y cierres de constructoras que se lleva produciendo desde finales de 2007. El nuevo convenio da cabida a la congelación salarial en 2012, un poco de oxígeno para un sector herido y endeudado como ninguno, los detalles del convenio aquí. Por fin algo de racionalidad entre empresarios y sindicatos, porque lo que no era ni medio normal es lo que estaba ocurriendo estos últimos años, los salarios subían como mínimo el mismo porcentaje que lo hacía el IPC, mientras que el sector dejaba de facturar y se veía obligado a despedir a miles de trabajadores.

Elabroación propia con datos del INE

El mercado laboral como cualquier otro es un mercado con su oferta y su demanda, la oferta está formada por los individuos dispuestos a trabajar, en este caso en la construcción. Por otro lado está la demanda, formada por las necesidades de las empresas, en este caso las constructoras, de contratar trabajadores.

Con la oferta y la demanda claras lo que queda por determinar es el precio, o sea, el salario de los trabajadores junto con el resto de costes laborales. Aquí es donde nace una incoherencia de grandes dimensiones, si la demanda desciende, es decir las constructoras no solo dejan de contratar sino que empiezan a despedir por falta de demanda de viviendas, ¿cómo puede ser que los costes laborales (salarios, cotizaciones sociales, etc) se eleven? La respuesta está en la indexación de los salarios a la inflación y no a la productividad y resultados, los convenios colectivos en España suelen contener aumentos salariales perpetuos que se alargan sin contar con los movimientos del ciclo económico, haciendo mucho daño a los empresarios y trabajadores que pertenecen a sectores cíclicos.

Elaboración propia con datos del INE

Como se puede observar en este gráfico, los costes laborales por trabajador de la construcción se han venido incrementando año tras año salvo en 2010, que se registró una tasa de crecimiento negativa que no superó el -1%. El resto de años se registraron tasa positivas de crecimiento de los costes laborales, que alcanzan su pico a finales de 2008 en plena crisis. A partir de ese momento se inicia una disminución del incremento de los costes, pero siguen subiendo.

Esperemos que este acuerdo sirva de inspiración para las próximas negociaciones, al igual que el mercado laboral español tiene que ganar en flexibilidad también deben hacerlo los agentes sociales, que lamentablemente tienden a obcecarse en una postura en beneficio propio sin atender a las necesidades generales.