Desde que comenzó la crisis económica en
2007 hemos visto en repetidas ocasiones como el sector público (gobiernos y
bancos centrales) ha tenido que salir al rescate de multitud de entidades
financieras, algunas porque estaban faltas de liquidez y otras simplemente
porque eran insolventes. La misión más complicada para gobiernos y bancos
centrales es distinguir entre las entidades ilíquidas y las insolventes, a las
entidades ilíquidas hay que ayudarlas a superar su falta de liquidez, para que
continúen con su función de intermediarios entre ahorradores y los prestatarios
que necesitan dinero. Pero a las insolventes (sus activos tienen un valor muy
inferior a su pasivo por diferentes motivos) hay que dejarlas caer, salvar a
este tipo de entidades que han actuado mal es alargar la vida y premiar a unos
bancos que no han sabido competir. Las crisis sirven para ver que empresas son
las más fuertes y merecen seguir vivas, y cuáles son las más débiles y merecen
morir.
Los bancos y casi todas las entidades
financieras fueron las primeras en sentir la crisis y las que están provocando
que esta se alargue en el tiempo. Esto tiene una explicación, mucha gente se
pregunta que por qué los bancos no tienen dinero, que qué ha pasado con los
ahorros que depositaron en su sucursal de toda la vida, que si se los han
robado de la caja fuerte o los han usado para comprarse una casa en la playa.
Para resolver estas cuestiones hay que tener claro cómo funciona un banco.
Todavía hay muchas personas que creen que todo el dinero que hay en una
economía está en efectivo (billetes y monedas), si esto fuera así quizás no
estaríamos en la crisis que nos encontramos, pero seguro que tampoco hubiéramos
avanzado ni la mitad de lo hemos hecho en el último siglo.
¿Cómo funciona un banco?
Además del dinero en efectivo, también
hay que contar con el dinero bancario que está formado por los depósitos
bancarios que tienen las familias y las empresas (no financieras) en los
bancos. El secreto de todo está en este dinero bancario, al contrario de lo que
muchos creen no está respaldado íntegramente por dinero físico, sólo una
pequeña parte lo está, concretamente el 1% (en la eurozona) desde enero de 2012,
anteriormente era el 2%. Esta parte que el banco guarda en su banco central en
dinero en efectivo son conocidas como las reservas bancarias. El porcentaje de
este dinero que los bancos tienen que guardar en el BCE (en el caso de la
eurozona) se le denomina coeficiente de caja, cuanto menor sea este porcentaje
menor será el respaldo real de nuestros depósitos, pero será mayor el número de
veces que puedan dar créditos los bancos comerciales.
Un ejemplo práctico en el que el
coeficiente de caja es del 10%: Alberto tiene 100€ y no sabe qué hacer con
ellos, de modo que los deposita en su cuenta corriente del Banco de Arganda.
Ahora el Banco de Arganda de esos 100€ tiene que coger el 10% (10€) en
reservas, en la cajita del BCE ¿Qué ocurre con los otros 90€? El Banco de
Arganda los usa para prestarlos a cambio de un tipo de interés. Miguel Ángel
quiere una guitarra nueva y se acerca al Banco de Arganda a pedir un crédito de
90€, que es lo que cuesta el instrumento de cuerda. El Banco de Arganda le da
esos 90€ (los ha ingresado Alberto) con los que va a la tienda del barrio a
comprarse la guitarra. El vendedor de guitarras coge esos 90€ y los vuelve a
depositar en el mismo banco, como el coeficiente de caja es del 10% el banco
tiene que coger 9€ (el 10% de 90) y depositarlo en la caja de reservas del BCE.
Los 81€ restantes los vuelve a prestar y así sucesivamente hasta que se acaba
el depósito inicial de 100€, esto es conocido como el multiplicador monetario. Con sólo 100€ físicos el Banco de Arganda ha
prestado 1000 euros a diferentes agentes económicos.
Lo bueno de este sistema es que cuando
funciona y hay confianza, todos los agentes tienen acceso a un crédito, el
dinero circula, la producción crece y el mundo avanza. La parte negativa la
estamos viviendo ahora, cuando no hay confianza en el sistema los agentes
corren a sacar el dinero de los bancos (corridas bancarias), como es lógico si
Alberto y el vendedor de guitarras acuden a sacar a la vez el dinero al Banco
de Arganda, esta entidad sólo tendrá 19 € (reservas) para responder, pero
Alberto quiere sus 100€ y el vendedor también quiere lo que ingresó. El banco
siguiendo la teoría de los grandes números no había previsto que todos sus
depositantes fueran a la vez a por el dinero. Ahora el Banco de Arganda
necesita ayuda para continuar con su actividad, este banco ha prestado su
dinero a agentes fiables y no ha realizado operaciones con un riesgo excesivo,
pero la desconfianza de sus depositantes puede provocar su quiebra si no recibe
ayuda.
Este es un ejemplo simplificado al
máximo para facilitar la comprensión de la actividad bancaria a día de hoy. En
el funcionamiento real de los bancos entran en juego múltiples variables que no
aparecen en este post.
Muchas Gracias Opinión Económica. Su aporte educativo es muy necesario en la actualidad.
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